Adquisición de activos temporales
La adquisición provisional de bienes consiste en la compra de recursos económicos con compromiso obligatorio de reventa. Esto, en el futuro se determinará cuando se firme cada contrato.
En consecuencia, después del período de tiempo acordado, los activos se devuelven a manos del vendedor. Sin embargo, el comprador debe pagar un precio superior al que paga el comprador.
Por lo general, este tipo de transacción involucra bonos del gobierno, como letras del Tesoro o bonos estatales. El funcionamiento se puede observar mejor en el siguiente gráfico:

También debe tenerse en cuenta que la diferencia entre el precio de primera compra y el precio de reventa es la rentabilidad del comprador. Sin embargo, quienes otorgan cesiones temporales de activos obtienen mayor liquidez en el corto plazo.
Tipo de adquisición de activos temporales
Hay dos tipos de adquisiciones de activos temporales:
- Simultaneamente: La compra / venta simple y otros intercambios futuros se acuerdan al mismo tiempo. Ambas transacciones se realizarán entre el mismo participante, a un precio predeterminado y por el mismo activo.
Entre la compra inicial y la reventa, el comprador se convierte en propietario del valor. Por lo tanto, puede realizar suboperaciones, como transferir temporalmente recursos a terceros. - Repo: La compra / venta se concluyó con el compromiso de cancelar operaciones en una fecha determinada en el futuro. La adquirente no es propietaria del activo, es decir, como si estuviera invirtiendo temporalmente en un valor financiero.
En la práctica, los dos casos son muy similares, a pesar de recibir un tratamiento contable diferente. Para obtener más información, consulte la diferencia entre repositorios y simultáneos.
Beneficios de la adquisición de activos temporales
Las adquisiciones temporales de activos generalmente ocurren entre un individuo y una entidad financiera, que es la propietaria del valor transferido.
El instrumento más utilizado para este tipo de operaciones está relacionado con la deuda pública. Esto implica menos riesgo y, a su vez, paga un interés relativamente bajo.
Así, la adquisición de activos es una operación sin mucha exposición a la incertidumbre, pero también sin mayor rentabilidad.
Para comprenderlo mejor, supongamos que la adquisición de bonos del Estado se realiza de forma temporal y simultánea. La entidad que transfiere los activos también exime el respectivo cobro de cupones. A cambio, recibes fondos que debes pagar en el futuro sumando intereses.
